El Congreso

  No necesito amigos que cambien cuando yo cambio y asientan cuando yo asiento. Mi sombra lo hace mucho mejor. Plutarco

   Vaya por delante que del XXXVIII Congreso del PSOE nadie podía esperar cambio alguno dado el perfil de quienes pretendían liderarlo, para cambiar no solo es precisa la intención sino la propia capacidad, y tampoco cabía confiar mucho en quienes les jaleaban haciendo caso omiso al sabio consejo de Plutarco que da comienzo a este artículo y que viene que ni pintado a las sombras de Rubalcaba y Chacón.

   Quizás no eran tiempos de mudanza sino de reflexión, y el verdadero cambio haya sido pospuesto para mejores tiempos y circunstancias pero toda la parafernalia propagandística escasamente ha sido capaz de ocultar que Rubalcaba no era más que una vuelta a los cuarteles de invierno a “lamerse las heridas” a la espera de mejor oportunidad sin destruir lo poco que queda del proyecto socialista, y Chacón la representante más genuina de los responsables, o irresponsables, de la debacle.

El modelo Cameron

   «Yo quiero que el Reino Unido se mantenga unido (…) pero no podemos interferir en una parte del Reino Unido si quiere hacer la pregunta: ¿Estamos mejor fuera?».

   Tan simple como esto, nada más moderno, nada menos radical, nada más maduro, nada menos impositivo, en definitiva, nada más democrático: que un pueblo reflexione, opte y asuma.

   Las naciones modernas y democráticamente maduras saben que en pleno siglo XXI es imposible amordazar la voz de un pueblo, infundiendo miedos, construyendo murallas legales, con amenazas y mentiras del tipo: «… la UE nunca lo admitiría». El derecho a decidir y la adhesión voluntaria de una nacionalidad a otra comunidad o estado es un derecho colectivo fundamental, inherente a cualquier realidad política que democráticamente así lo determine.

Aiete, una experiencia de construcción colectiva

   Hay que superar esa visión automática de la democracia y mirarla como el modelo que se construye sobre la experiencia social. La democracia no es el régimen de la toma de decisiones exclusivamente, es el régimen más genuino de la construcción de una experiencia colectiva ya que nunca está construida del todo sino que es un proceso abierto

  Por José Luis Gómez Llanos, * Sociólogo, participó como observador invitado por Lokarri en la Conferencia de Aiete

   El 18 de octubre 2011, un día después de la celebración de la Conferencia de San Sebastián, el catedrático Ander Gurrutxaga publicaba un artículo Regreso a la Conferencia por la Paz que contenía unos apuntes a los que me remito cuando se trata de abordar cuestiones relativas al cómo salimos, en tanto que sociedad vasca, éticamente curados e incluso fortalecidos de todos estos años de barbarie y confusión social. Yo trataré el tema desde la óptica de la historia política y la ambivalencia de los conceptos con las que se acompaña, avanzando unas ideas simplificadas que ayuden a dar sentido a esta pugna que libramos los vascos desde hace ya demasiado tiempo, proponiendo unas hipótesis que me parece que podrían ayudarnos a construir una convivencia a partir de lo que tenemos, incluyendo los contenidos de la Conferencia de Aiete.

   Considero que todas las críticas a la Conferencia tienen parte de verdad, exceptuando las que insinuaban que algunas de las personalidades que la apadrinaron lo hicieron mediante retribución. Todas las demás han sido legítimas, con dosis de veracidad diferentes pero aptas a ser materiales para el debate democrático.

¿Qué decir?

Por  Iñigo Urkullu

    «Mi respeto al Lehendakari López. Pero también mi apoyo a todos y cada uno de los lehendakaris vascos, Garaikoetxea, Ardanza e Ibarretxe, máximos representantes institucionales de la sociedad de la Comunidad Autónoma del País Vasco-Euskadi. Su compromiso moral y ético, su acción y la de sus Gobiernos contra el terrorismo y contra ETA está fuera de toda duda.  Siento tambien desprecio y tristeza hacia  declaraciones que, por injustas y utilizadoras de la violencia y el sufrimiento,  no son dignas de un responsable político.

      Entre mis principios se halla el compromiso con la No-Violencia. Y milito en un partido, el Partido de la No Violencia (PNV).  Por lo tanto, quien quiera dudar de nuestro compromiso colectivo y personal que lo haga pero la historia nos avala. Ese compromiso nos lleva y me lleva a mostrar mi solidaridad con toda persona sufridora de la violencia y de la amenaza de la misma. Muestro, pues, y en este momento, mi solidaridad y nuestra solidaridad con el Lehendakari López y el Consejero de Interior ante la información conocida en el día de ayer. La misma solidaridad que en el pasado hemos mostrado a toda persona y/o colectivo afectado por la violencia, por el terrorismo. Quien quiera poner en cuestión la sinceridad de tal sentimiento que lo haga. Me afecta, nos afecta pero el compromiso con la No Violencia y el respeto y ejercicio de los Derechos Humanos es Principio, por encima, por lo tanto, de “miserias” de otra índole.

     Repudio-repudiamos, rechazo-rechazamos y condeno-condenamos  a ETA y a todo lo que ha representado, representa y todavía parece estar dispuesta a seguir representando.